La Vall tendrá Centro Cultural Islámico en tres meses, aproximadamente. Al menos, esta es la previsión de finalización de la obra, después de dos años desde el inicio de la construcción de la mezquita. El motivo de trasladarse a este nuevo edificio no es otro que el espacio. El actual local, donde están instalados desde los años 90 --ubicado en la avenida Sud-Oest--, «se queda muy pequeño para el número de personas que lo utilizan», señala el presidente del Centro Cultural Islámico de la Vall, Abdelah Ajriri.

El futuro emplazamiento, en la avenida Europa, cuenta con 480 m2, donde tienen cabida los más de 500 musulmanes que practican sus rezos en la ciudad y que en estos momentos tienen que concentrarse en este recinto más pequeño. «Vienen vecinos de otras poblaciones como Alfondeguilla o Almenara porque allí no tienen mezquita y somos muchos para un espacio tan reducido», explica el propio Ajriri.

De hecho, recuerda que en alguna ocasión tienen que salir al exterior para poder rezar porque no hay sitio. El nuevo lugar de culto podrá albergar a todos ellos y, además, otros servicios, pues también pretenden ubicar unas aulas en uno de los extremos de la sala para ofrecer clases de árabe y español, «ya que la base de todo es la educación y al centro acuden muchos niños y adultos a aprender ambos idiomas», indica. Con los años, existe la posibilidad de ampliar el edificio y levantar tres plantas, «pero es un proyecto a largo plazo», concreta.

voluntarios // De momento, la instalación albergará dos zonas de baños adaptados, dos entradas con sus respectivas fuentes y salidas de emergencia y la zona de rezo. Todo ello construido por voluntarios, «que ayudan cuando pueden» y «gracias a donaciones». Este es el motivo por el que las obras llevan tanto tiempo en marcha, explica Ajriri, quien afirma que la convivencia «es buena en la Vall, hay respecto y la acogida siempre es satisfactoria».