La Policía Local de Burriana ya ha comenzado a vigilar la iglesia de El Salvador y su entorno, en pleno centro de la ciudad, pero las medidas que de momento se han adoptado desde el Ayuntamiento resultan insuficientes y las agresiones a este Bien de Interés Cultural siguen produciéndose.

Y es que la pasada semana se instó a la alcaldesa, Maria Josep Safont, a que aplicara acciones con el fin de frenar las micciones en el exterior del ábside, los juegos con pelota en la fachada de la basílica e, incluso, la entrada de jóvenes al templo con el único fin de molestar a los feligreses.

En los últimos días, agentes del cuerpo de seguridad municipal han impuesto un par de denuncias por miccionar en el lugar, a la vez que se identificó a otro joven por saltar al interior del belén instalado en la fachada de esta parroquia burrianense.

No obstante, las medidas adoptadas por el momento por el consistorio no han dado los resultados esperados, puesto que las acciones contra este inmueble del patrimonio histórico del municipio siguen en pleno vigor.

El pasado sábado, tres jóvenes accedieron al templo en horario de misa y alzaron sus voces en el momento de salir a la calle. Y, respecto a las micciones, se continúan produciendo a diario, tanto en horario nocturno como diurno. Ayer mismo, a media mañana, ya se había producido una nueva agresión de este tipo.

La presencia de cámaras de videovigilancia en la fachada del ayuntamiento tampoco disuade a los autores de estos comportamientos incívicos, de manera que el olor a orín perdura jornada tras jornada en el exterior de un edificio que fue restaurado en el año 2008 para resaltar en todo su esplendor el principal exponente patrimonial y turístico que tiene el municipio.