En una edición marcada por la excelente meteorología y la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, Benicarló despidió ayer las Fallas del 2017. La misa en honor a Sant Josep, a la que asistieron las autoridades cívicas y festeras, encabezadas por la alcaldesa, Xaro Miralles; y las falleras mayores de la ciudad, Alicia Fuster y Nadia Beltrán, inició una jornada llena de actos.

Tras el oficio religioso, la comitiva se desplazó al centro geriátrico para asistir a la Cremà del monumento confeccionado por los usuarios con los ninots cedidos por la Junta Local Fallera. En cuanto a la última mascletà, disparada por Pirotecnia Tomás, puso el broche de oro a las citas matinales e hizo aflorar más de una lágrima de emoción entre los asistentes. Con un unánime comentario de «mejor que la de València» y abrazos, la munícipe y la gran familia fallera premiaron la labor de estos profesionales. Todo ello llegó tras una intensa víspera, en la que las comisiones ofrecieron conciertos y animación hasta la madrugada.