Moncofa trató en comisiones, esta semana, la aprobación de la tarifa transitoria de la desaladora, que obliga a un consumo mínimo, lo cual permitirá salvar las subvenciones de la Unión Europea, sin establecer ningún tope que limite necesidades mayores de agua, según el alcalde popular, Wenceslao Alós.

En el encuentro, el equipo de gobierno defendió la importancia de la firma del convenio, negociado durante más de dos años, en un proceso en el que han participado todas las fuerzas políticas con representación en la población. Compartieron su posición el PSOE y los independientes Jaime Picher y Rafael Silvestre, mientras que Compromís se abstuvo y no estuvo presente Sandra Juliá, la concejala de Cs.

El anterior acuerdo, firmado por el equipo de gobierno socialista de José Vicente Isach, establecía el pago de los costes de la obra, lo que suponía el desembolso de más de un 1.000.000 euros anuales más el gasto del recurso, muy lejos del que se tendrá que realizar el primer ejercicio según el nuevo documento, que no alcanza los 50.000 euros por el consumo de agua, sin tener que hacer frente a la amortización.

El Ayuntamiento continúa revindicando que el Gobierno de España afronte los costes de construcción de la instalación y la búsqueda de otros consumidores en los municipios colindantes.

Ayer mismo se convocó sesión plenaria extraordinaria para sacar adelante el pacto el próximo miércoles, que coincidirá con el pleno de los presupuestos.

unos usos «asequibles» // La tarifa transitoria establece unos usos iniciales mínimos muy «asequibles», compatibles con un volumen mayor sin ningún otro compromiso, que «permiten el crecimiento industrial y turístico de la localidad, con la consiguiente generación de puestos de trabajo», aseguró el alcalde.