Los tesoros suelen estar en espacios recónditos o lejos de la vista de las personas. Es el caso de los antiguos depósitos de agua de Moncofa, que, al ser subterráneos, eran totalmente desconocidos para los vecinos. Ahora, tras el interés del Ayuntamiento, los sacarán a la luz de las visitas y les darán otra vida en el paraje del Pirulí para ponerlos en valor.

El arqueólogo y gerente de la empresa Arqueocas, José Francisco Albelda, es desde hace años la única persona que ha accedido al interior de estas curiosas instalaciones hídricas para conocer su estado y el material utilizado.

«Los construyeron en 1925 para llevar el agua potable al pueblo», destaca el especialista, quien añade: «Me encontré con unas edificaciones de ingeniería magníficas. Con 94 años de historia tienen un estado de conservación excepcional, lo que facilitará hacerlos visitables. Me atrevería a asegurar que es la mejor obra de infraestructura hidráulica que existe en toda la localidad».

Singularidad en el subsuelo

El consistorio estudia cómo habilitar los accesos al lugar para potenciar este patrimonio. «Llaman mucho la atención por su tamaño y por situarse bajo tierra, así como porque son muy singulares, al estar ejecutados a base de pilares y bóvedas de ladrillo, con dos respiraderos que se ven desde fuera. El techo en la parte exterior cuenta con una cobertura vegetal», concreta Albelda.

Su estructura es similar a la de los viejos depósitos de agua de Burriana o València, impulsados en el siglo XIX, aunque los ejecutados en el municipio son algo más modernos. De hecho, cumplirán un siglo dentro de 6 años.

Próximamente, colocarán un panel informativo, junto a la zona verde del Pirulí, con más detalles sobre este conjunto. El alcalde, Wenceslao Alós, manifiesta que están «sorprendidos por el estado en que se encuentran los puntos hídricos y, al mismo tiempo, ilusionados, porque este espacio se suma al producto turístico que posee la población».