Los actos del Corpus Christi arrancaron ayer en Morella con la singular celebración de la Degolla, que representa la matanza de los Santos Inocentes. La participación infantil fue, de nuevo, multitudinaria, con su peculiar indumentaria compuesta por camisa blanca, y pantalón blanco con cintas rojas, rematado con un tradicional sombrero.

Como manda la tradición, portaron en la mano una espada de madera, que mojan en agua y azafrán, para simular la sangre en el momento de la batalla. Los participantes se mancharon unos a otros, simulando la gran sangría ordenada por el Rey Herodes.

Completaron el desfile los Reyes Magos, el Ángel con la estrella, el capitán de los degolladors, representado por un niño que, con toques de trompeta llama a la matanza. Finalmente, desfiló la Sagrada Familia, con San José a pie portando a la Virgen y a Jesús. Hoy tendrá lugar la procesión general del Corpus, una de las más antiguas de la Comunitat.