Morella ha lanzado un llamamiento a la responsabilidad de los vecinos en el uso del agua ante la extrema sequía que, pese a los últimos episodios de lluvias fuertes, está padeciendo el norte de la provincia.

La localidad aún no se ha visto obligada a restringir el suministro de este recurso, pero está en alerta ante una disminución sensible de las reservas hídricas en los pozos que dan servicio al municipio y a sus pedanías.

Por ello, el Ayuntamiento ha realizado acciones “simbólicas” para concienciar a la ciudadanía. “Todos tenemos que poner de nuestra parte ante una situación tan delicada, intentando ahorrar el máximo de agua y no malgastarla”, explica el concejal de Servicios, Amadeu Bordás.

Entre las medidas que se han impulsado, se han vaciado los históricos llavadors ubicados en el Tint, que se utilizan para limpiar ropa, sobre todo por parte de la gente mayor. “Solo con esta decisión, se ahorran 10.000 litros al día y es una forma de llamar la atención ante la sequía, tras una temporada estival en la que las piscinas también gastaron mucha agua”, indicó el concejal.

En Morella y Els Ports se mira al cielo esperando que las lluvias que empezaron a caer el viernes se mantengan y sean más regulares. No obstante, ríos, balsas y fuentes se están secando, pues la gran intensidad de este tipo de precipitaciones provoca escorrentías que, no obstante, evitan que el agua se filtre al subsuelo y recargue los acuíferos.

El sector agropecuario es el más perjudicado ante la escasez de precipitaciones. Las pérdidas son considerables en masías y explotaciones, ya que los propios ganaderos tienen que dar de comer a sus animales con pienso, al no disponer prácticamente de pastos en los montes. También, en algunos casos, se ven obligados a comprar el agua, ante la falta de reservas propias.

Las pérdidas en el campo por la sequía a nivel provincial, como calculó La Unió, ascienden a 35,5 millones de euros. Los más afectados son los cultivos de olivar, almendra y en los cereales. Incluso en cultivos de secano, se puede producir la muertes de árboles.

También se verá afectada, de forma destacada, la recogida de setas en Els Ports. Los expertos presagian una campaña “desastrosa”, la peor de los últimos 15 años. Días atrás demandaban precipitaciones regulares y fuertes favorecer la aparición de robellones. Precipitaciones que ahora parece que empiezan a llegar. H