El municipio de Sant Joan de Moró celebró ayer el día de grande de los actes programados para festejar el 26º aniversario de su segregación de Vilafamés. Y lo hizo con una misa cantada por la rondalla local --por la mañana--, tras la que el Ayuntamiento rindió un cálido homenaje a los vecinos más mayores, entre ellos al centenario Emilio Renau Andreu y también a Francisco Pallarés, Emilia Gil, María Fabregat, Vicenta Martí y María Palau.

Alcaldes de localidades como Vall d’Alba, les Useres, Vilafamés, la Serra d’en Galceran, la Torre d’en Doménech, Llucena, Culla y Figueroles, así como el primer teniente de alcalde de l’Alcora, Samuel Falomir; y el diputado provincial Iban Pauner acompañaron a los residentes en Moró en la celebración de sus 26 años como municipio independiente.

Tras la inauguración del circuito de crossfit, ubicado junto al edificio polifuncional; el disparo de los 26 cohetes que rememoraron los años transcurridos desde la ansiada separación; una estruendosa mascletà y la apertura de una exposición de pinturas realizadas por la Asociación de Amas de Casa, tuvo lugar el acto gastronómico por excelencia de la jornada. Y es que se cocinó una paella gigante de la que salieron las cerca de 3.000 raciones que se repartieron pasadas ya las 14.30 horas, como plato principal de la tradicional comida de hermandad vecinal.

«Estas celebraciones son, para todos los moroneros, un símbolo de nuestra identidad como pueblo», aseveró el alcalde de la localidad, Vicente Pallarés.

HOMENAJE // Y emotivo fue también el homenaje a título póstumo que recibió Ángel Baldayo, popularmente conocido como el coeter, al que se le otorgó ayer el título de Hijo Adoptivo. «Fue un hombre que quiso a Moró y trabajó por nuestro pueblo. Nunca dudó en colaborar con el Ayuntamiento», aseveró Pallarés.