El Ayuntamiento de Sant Joan de Moró quiere que el intenso programa de actos preparado para conmemorar el XXVII aniversario de la constitución de la antigua pedanía de Vilafamés como municipio independiente «tenga a los vecinos como únicos y verdaderos protagonistas», subraya el alcalde, Vicent Pallarés, quien afirma que «es una celebración que cada ejercicio registra mayor participación popular».

La agenda se abrió ayer por la tarde con el concurso de birles i canuts, en el polifuncional, para los jubilados, así como el pasacalle de la banda de música, aunque el plato fuerte llegará hoy.

De hecho, para poner el acento en las personas, a mediodía se rendirá un emotivo homenaje a todos los moroneros que este año han cumplido, o van hacerlo, 90 años. «Es un reconocimiento a la labor de nuestros mayores en la construcción de la localidad, pero, sobre todo, una prueba de cariño, respeto y admiración hacía todos ellos», señala Pallarés.

En esta ocasión, los ancianos distinguidos serán Antonio Moratalla Domingo, Fina Edo Andreu, Jesús López Bella, Gertrudis Vicente Sales, Juan Torner Molina, Juan Alonso López, Herminia Gil Tena, Rosalía Palau Barrachina, María Ramos Barrera e Ismael Gil Marzá. Además, la asociación Amics de la Música también dedicará la jornada al que resulta uno de sus músicos más veteranos y queridos, Francisco Renau.

CULTURA // Asimismo, cobrarán un protagonismo especial las asociaciones y colectivos culturales, que con su participación «ensalzarán y difundirán la cultura y las tradiciones locales», puntualiza. Contarán con la banda Amics de la Música, la actuación de la rondalla de Sant Joan de Moró, los bailes del grupo de danzas La Ermita y la asociación de amas de casa La Purísima, que mostrará los avances en pintura de sus socias en una exposición en los bajos del consistorio.

La gastronomía no podía faltar tampoco en un día tan especial como el de hoy. En concreto, a las 14.30 horas se servirán cerca de 3.000 raciones de paella a las personas que se concentren en el edificio polifuncional de la localidad. Una excelente manera de que los moroneros compartan mesa y mantel, repongan las fuerzas perdidas durante la semana y hagan balance de las últimas novedades de la población.

Y tampoco se debe olvidar la visita a las ya muy avanzadas obras al tanatorio de la localidad.