La meteorología inestable de estos días dio un respiro, y la Associació Cultural de Moros i Cristians pudo lucir con su habitual espectacularidad los vestidos y los pasos de baile en los desfiles que cada año marcan el último fin de semana de las fiestas patronales de Peñíscola. El recorrido de ayer transcurrió por las avenidas Papa Luna y de la Mar, hasta llegar a la Plaça de Bous, encabezado por las escuadras cristianas, seguidas del bando moro, siempre con el acompañamiento de una decena de bandas de música venidas de diferentes localidades de la zona, que aportaron su toque de solemnidad a las celebraciones.

Uno de los alicientes de este 2019 fue el estreno de tres nuevos grupos, compuestos por mujeres, que aportaron más vistosidad a un acto que cuenta con el respaldo de un gran número de espectadores. La presidenta del colectivo que organiza este acto, Agustina Martorell, mencionó que estas novedades «son dos escuadras que salen con el nombre y el estandarte de las Tizonas, y la de las Valkirias». Además, expresó su «alegría por contar con más participantes, y contar con más de 600 personas participando en los desfiles, entre los integrantes de nuestra asociación y el acompañamiento de músicos».

RECONOCIMIENTOS / La jornada también contó con la nota cultural de Amics del Papa Luna, con un homenaje al recientemente fallecido investigador Ovidio Cuella, y el reconocimiento al historiador y canónigo archivero de la catedral de Tortosa, Josep Alanyà, por su contribución en el estudio sobre esta figura. Por la noche, la carpa de fiestas albergó el concierto de La Pegatina.

Hoy llega la última jornada, con el segundo desfile de los moros y cristianos, que saldrá desde el interior del casco histórico.