La tradición menciona que las fiestas falleras saludan a la primavera, tras el letargo del frío invierno. La actividad económica no es ajena a esta idea, ya que las localidades donde se plantan monumentos comprueban el efecto en los bolsillos. Acostumbrados al trajín de las celebraciones, los responsables de muchos negocios se plantean qué impacto tendría en sus recaudaciones si no hubiera esta demanda en flores, indumentaria y artículos de regalo, más las consumiciones de los visitantes en el segmento de la hostelería.

En el caso de Burriana, los bares y restaurantes están preparados para colgar el cartel de completo. Uno de sus empresarios, José Antonio Torres, detalla que está todo reservado para el domingo. «En marzo se trabaja al 300% y, además, este año Sant Josep cae muy bien, por lo que estos cinco días serán muy fuertes».

Las peluquerías también conllevan una ampliación de horarios, con momentos señalados en rojo como la ofrenda. La noche del 18 al 19 habrá turnos a todas horas para atender la demanda no solo de las más de 200 falleras burrianenses, sino también las 1.500 personas que se prevé participarán en el gran arco floral de la fecha de Sant Josep.

PREPARATIVOS // En cuanto a las floristerías, Cesar Martí explica que son «días de mucho trabajo. Aunque la ofrenda es el martes y es el único acto en el que hay demanda de flores, ya estamos preparando los ramos». Una materia natural que hay que almacenar para este momento y que dificulta atender otros encargos. «El 19 hay una avalancha de demanda para un momento muy concreto», equiparable a momentos señalados como Todos Los Santos, San Valentín o el día de la madre. A este respecto, la alcaldesa, Maria Josep Safont, incide en la repercusión directa «en comercios, las tiendas de pirotecnia, talleres falleros, el transporte de monumentos y un largo etcétera».

Más al norte, en Benicarló, la mayoría de bares, restaurantes y cafeterías duplican sus consumiciones respecto a un día normal. El presidente del colectivo de empresarios BBC, Iván Alemán, afirma que en su negocio «hemos tenido que contratar a cuatro personas para reforzar el servicio y sé de otros compañeros que obran de manera parecida». Hasta ahora, buena parte de estos clientes son benicarlandos, pero desde hoy se notará la asistencia de gente venida de Cataluña o Aragón, que acudirán tanto a sus segundas residencias como a alojamientos del municipio y de puntos vecinos, como Peñíscola.

Al ritmo de peluquerías y floristerías se suma la asistencia que generarán las concentraciones de motos, autocaravanas y furgonetas camper, con el influjo derivado sobre esta ciudad.

El movimiento de las ocho comisiones de la Vall d’Uixó también se nota en su economía. Carmen Martínez, responsable de una de las peluquerías de la ciudad, menciona que estos días «estamos abiertos para atender la demanda. Y es que tanto estas fiestas como otros eventos del año son positivos para nuestro sector». Una de sus colegas, Rosario Fenollosa, destaca las reservas de falleras que acuden para tener listo el tradicional peinado.