La alcaldesa de Almassora, Susanna Nicolau, incidió ayer en que “la voluntad del equipo de gobierno es defender los intereses y demandas de los vecinos, algo que nunca hemos dejado de hacer” respecto al futuro del edificio 167 de la avenida José Ortiz de Almassora, conocido como Grupo B.

Unas declaraciones que se hacen efectivas después de que, el pasado lunes, la corporación municipal aprobara por unanimidad y en sesión plenaria una moción para la renegociación del convenio de rehabilitación firmado el pasado 28 de octubre para transformarlo en derribo, tal y como demandan los vecinos del grupo Fátima, que así lo hicieron constar en el mismo pleno.

Fuentes municipales apuntaron que Nicolau trasladó a la Conselleria esta petición, tanto antes como después de la firma del convenio. De hecho, añadieron que “el acuerdo plenario confirma el compromiso del equipo de gobierno con los vecinos, con quienes el EIGE, que por primera vez ha mantenido una reunión informativa con los interesados, también se ha comprometido a consensuar cualquier actuación que se vaya a llevar a cabo en el 167 de la avenida José Ortiz”.

Cabe recordar que, el pasado 4 de enero, la directora general de la EIGE se reunió en Almassora con vecinos y representantes municipales tras la polémica creada al conocerse el acuerdo por la rehabilitación. En dicho encuentro, Blanca Marín se comprometió a estudiar las alternativas aportadas por los vecinos en las que reivindicaban el derribo del inmueble y, a posteriori, la construcción de proyectos necesarios para el municipio pero, en ningún caso, viviendas sociales, tal y como plantea el convenio.

En este sentido, la alcaldesa justificó la adhesión de Almassora al convenio para no perder los 1,7 millones del mismo. “Firmamos por responsabilidad política”, dijo a los residentes en el pleno. “Estamos al lado de los vecinos y no se hará ninguna intervención sin acordarla antes con ellos”, concluyó la primera edila. H