Las obras comenzaron hace justo un año y desde entonces han sido motivo de diferentes controversias. Los trabajos de seguridad vial realizados por la Conselleria de Obras Públicas en la carretera CV-141, en Peñíscola, siguen dando de qué hablar. En esta ocasión, por un hecho aparentemente anecdótico, pero cuyas consecuencias hubieran podido ser serias de producirse un siniestro. Hace unos días fue alterada la pintura del asfalto, de manera que la doble línea continua que impide hacer giros a la izquierda para acceder a las urbanizaciones colindantes tomaba la apariencia de franjas discontinuas mediante el uso de pintura negra. Y así se mantuvo durante unas jornadas, pero justo ayer repusieron el estado inicial. De este modo, los usuarios de la vía vuelven a ser plenamente conscientes de que si hacen giros a la izquierda, cometen una infracción.

No es la única incidencia que afecta al principal acceso a la ciudad desde la nacional 340 en los últimos meses. El caso más sonado ocurrió semanas antes del final de la ejecución de los trabajos, cuando levantaron un bordillo de separación entre los dos carriles, uno por sentido, precisamente para impedir los cruces.

La medida adoptada por los técnicos del departamento autonómico fue finalmente rectificada, ya que tenía el efecto inesperado de colapsar la circulación en caso de accidente o tener que pasar vehículos de urgencias. El bordillo se redujo a unos tramos, a cambio de pintar una doble línea continua en el resto, pero aúun así hubo quien la emprendió a golpes contra la barrera. Al final, lograron apaciguar los ánimos y la obra acabó a tiempo para la temporada estival.

MOLESTIAS / En el fondo está el sentimiento de muchos vecinos. Para quien no vive en las inmediaciones apenas hay variaciones respecto al estado anterior. Pero con la nueva configuración, los residentes deben hacer recorridos más largos para entrar o salir de sus casas, en algunos casos de casi dos kilómetros, con el gasto de combustible correspondiente. Algo que, posiblemente, se quería ahorrar quien hizo las pintadas negras de los últimos días.

El Ayuntamiento y Obras Públicas consensuaron acabar la reforma y esperar al final del verano para hacer balance. Aún no se han establecido estos contactos, y ni el departamento de la Generalitat ni el consistorio han aportado los datos sobre los efectos logrados en la circulación.