Ver un camión de grandes dimensiones atrapado en el casco urbano no es algo extraordinario en Betxí. El último episodio ocurrió el pasado lunes, cuando un camionero búlgaro seguía fielmente la ruta que le marcaba su GPS, en la que tenía marcado como destino San Alfonso, una de las empresas situadas en los polígonos industriales de la localidad, hasta que se dio cuenta que se había metido de lleno dentro del municipio y se había quedado bloqueado en la calle Coma.

Tal como denuncia el alcalde, Alfred Remolar, la situación «no es nueva», puesto que la ubicación vía satélite de algunas fábricas son incorrectas y guían erróneamente a los conductores. «Aunque solo pasan uno o dos casos a la semana, hemos hecho muchísimo para minimizarlos», reivindica, como habilitar el aparcamiento de camiones y prohibir aparcar en el casco urbano, a la vez que construir el paso elevado del Puntarró, «que ya es la salida preferente a diario para centenares de vehículos pesados».

Otra de las medidas que habían impulsado para evitar nuevos casos es instalar señales con los nombres de las empresas para ayudar a los camioneros extranjeros y desviar el tráfico de camiones por fuera de Betxí, pero Carreteras se las retiró. «Nos las quitaron hasta en una rotonda municipal porque están prohibidas, por lo que ahora estamos tramitando colocar unas con un modelo homologado», añade.