La erosión marina y los efectos del pasado temporal marítimo siguen causando estragos en el litoral vinarocense. Ayer hubo un nuevo e importante desprendimiento del acantilado, esta vez en una cala del paraje natural de Sol de Riu. La Policía Local tuvo que acordonar toda la zona por precaución, ya que la parte que ha caído está muy próxima al paso peatonal existente y ha dejado una grieta visible en todo el camino que ocasiona un gran riesgo de nuevos derrumbes.

El concejal de Obras y Servicios, Guillem Alsina, explicó: «Nuestro temor es que acabe cayendo todo el camino más cercano a la costa de este área de Sol de Riu, y creemos que acabará pasando. La grieta es cada vez mayor y lo más probable es que haya un nuevo desplome pronto».

El desprendimiento en la costa norte ha tenido lugar días después del temporal marítimo que ocasionó más de 1,5 millones de daños en el litoral vinarocense y cuyo informe se ha remitido a la Dirección General de Costas para que acometa las actuaciones que se requieran en esta zona.

Sol de Riu es uno de los dos grandes espacios verdes que quedan en el término municipal de Vinaròs y uno de los 14 ámbitos marcados en el Pativel de protección prioritaria. El paraje, muy cercano a la desembocadura del río Sénia, es rico en flora y ofrece un recorrido de 1,4 kilómetros en el que puede descubrirse cómo era la costa durante cientos de años antes del desarrollo urbanístico, además de ofrecer vistas interesantes al Delta del Ebro.

También la Policía Local ha tenido que cortar el acceso en un tramo de la cala de la Foradada. Alsina explicó al respecto que «la erosión ha producido una gran cueva que está empezando a agrietar la superficie y también hay riesgo de derrumbe”.