El fuerte viento que ha soplado en los últimos días ha vuelto a poner encima de la mesa la problemática que sufre el jardín botánico Francisco Beltrán Bigorra de Nules. Para evitar posibles altercados a causa de la caída de árboles o ramas, el Ayuntamiento decidió cerrar el espacio de forma puntual, una medida que se lleva a cabo desde que, en el 2015, se produjo el desplome de árboles de grandes dimensiones debido a un fuerte temporal.

El pasado fin de semana, con las puertas cerradas al haber alerta por viento, volvió a caer una gran rama en uno de los pasillos. Y es que, como ya pusieron de relevancia expertos de la Universidad de Valencia (UV), hay ejemplares que están en mal estado. Ante esta situación, el concejal de Parques y Jardines, Adrián Sorribes, ha señalado que la próxima semana está previsto realizar una tala en altura para retirar algunos árboles «debido a que existe demasiada concentración».

De todos modos, hay algunas zonas donde se aprecian grandes huecos desde el percance de finales del 2015, lo que requiere una posible replantación de especies. En este sentido, el edil apuntó que el objetivo es realizar «la gestión de la materia verde», uno de los puntos que contemplaba el estudio realizado por la UV hace más de una década, donde se planteaba toda una serie de medidas para poner en valor este jardín botánico, que tendrá que esperar por la falta de inversión. «No hay dinero» para implantar estas mejoras, recalcó Sorribes.

proyecto // La última rehabilitación del jardín tuvo lugar hace una década, cuando el Ayuntamiento invirtió 150.000 euros, a pesar de que la cifra total del proyecto de mejora, redactado por la UV, era de 500.000 euros. El plan supuso la tala y poda de algunos ejemplares y el vallado del perímetro. El plan estuvo aparcado, pero el actual equipo de gobierno intentó reactivarlo con la universidad, pero de momento no hay presupuesto para realizarlo.