El buen tiempo quiso aliarse con las buenas expectativas de la Fira de Nules y las previsiones de una meteorología adversa no se cumplieron, por lo que durante todo el fin de semana la localidad recibió un goteo constante de personas que más que contra la lluvia, tuvieron que combatir un sol de justicia, que permitió la celebración de todos los actos programados en el certamen, aparte de llenar las avenidas y calles que conforman el recinto ferial, en el barrio de Sant Xoxtim.

La edición que se clausuró ayer será recordada como una de las ferias más reivindicativas de cuantas se han celebrado en sus 73 años de historia. La presencia de la Associació de Llauradors y su determinación a la hora de compartir la situación por la que atraviesa el sector citrícola fue una constante, con el apoyo institucional del Ayuntamiento.

Pero no faltó el aspecto más comercial y lúdico de un evento sobre el que todavía es pronto para hacer balance económico, pero se pudo ver mucho movimiento.

ASOCIACIONISMO LOCAL / La edición de este año ha ofrecido una nueva oportunidad a las asociaciones locales, que en la calle Santa Ana no escatimaron esfuerzos para dar a conocer su actividad y ganar en socios y adeptos. Conciertos, exhibiciones, talleres convirtieron este lugar en uno de los que contó con más afluencia de público en los 4 días en que la Fira ha estado abierta.