Acercarse estos días al centro de Nules es sinónimo de diversión infantil, porque resulta casi imposible llegar a la plaza Mayor y persuadir a los más pequeños de no disfrutar de alguna --o todas-- las atracciones que forman parte de una nueva edición de la feria de Navidad que cerró sus puertas ayer, a las 19.30 horas.

Una cita que este año será recordada por su carácter diverso e inclusivo, como se pudo comprobar precisamente ayer, día escogido por el Ayuntamiento para adaptar las atracciones a las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Y lo hicieron eliminando los elementos más estridentes, tanto por lo que respecta al sonido como a la iluminación. La diversión era la misma, aunque adaptada para ser accesible a todos sin distinción ni límites.

Con propuestas para todas las edades, durante las tres jornadas en las que la feria ha permanecido abierta, la plaza Mayor ha sido un constante ir y venir de familias que querían aprovechar la oportunidad que brinda una propuesta pública y gratuita.

Para los más mayores, mañana estará disponible la carpa en el recinto de fiestas.