La reina de la vila de Nules, Desireé Almela, y las tres damas que componen su corte de honor fueron las grandes protagonistas de la jornada de ayer en las fiestas de la Mare de Déu de la Soledat. Las jóvenes recibieron el tradicional homenaje de la Nit d’Albades, que coronó un nuevo día festivo.

Numerosos vecinos siguieron la comitiva formada por las autoridades, las representantes de las fiestas y sus familiares, que arrancó a las 22.30 horas desde la plaza Mayor. Este fue el primer escenario en el que tocaron su música los miembros de la Colla de Xirimiters i Tabaleters de la Llosa de Ranes, a quienes acompañó en esta ocasión la voz de Josep Gimeno, el Botifarra, uno de los cantores de estilo tradicional más reconocido del momento, que deleitó al público asistente.

Los siguientes cantos fueron dedicados a la patrona, cuya imagen se guarda durante la semana festiva en la iglesia arciprestal. Allí se vivieron los momentos más solemnes de la noche, que continuó junto a la iglesia de la Inmaculada, donde recibieron su homenaje las tres damas: Anna Gavara, Eva Grande e Inmaculada Roselló. Por último, todos se trasladaron a la casa de la reina, que se emocionó con las últimas composiciones de canto.

La reina y sus damas acompañaron a primera hora del lunes a las autoridades municipales en la visita que se realizó a la unidad de respiro para enfermos de alzhéimer, cuyos residentes les obsequiaron con un detalle a los presentes como recordatorio.

En el apartado taurino, las reses de Armando Beltrán protagonizaron la primera tarde de vacas, con algunas caídas entre los aficionados. Ya por la noche llegará uno de los eventos más participativos de estas celebraciones, la popular noche de la torrà, amenizada con orquesta. H