Nules vivió ayer el día grande de sus fiestas dedicadas a la Virgen de la Soledad, con los actos en honor a la patrona que este año se han celebrado al poco de iniciarse el ciclo festivo y coincidiendo con el 9 d’Octubre.

Así, la mañana del domingo, que culminó con el homenaje a Jaume I en su monumento, se inició con el traslado de la imagen de la Mare de Déu desde su capilla a la iglesia arciprestal. Numerosos vecinos acudieron ya a dar el primer testimonio de fe a la patrona, tanto siguiendo con respeto la breve procesión como asistiendo a la misa solemne que se ofició en la arciprestal, y que contó con una representación de la corporación municipal, así como de la reina de la vila, Desireé Almela, y su corte de honor. El párroco de Nules, mosén Esteban Badenes, ocupó la sagrada cátedra, y la misa fue cantada por el Cor de Veus del CEAM.

Aún más espléndida resultó la ofrenda de flores a la Virgen de la Soledad, que empezó a las 18.30 horas con la salida desde el Convento de las autoridades y de todos aquellos que quisieron brindar su homenaje a la patrona. La Colla de Dolçainers i Tabaleters de Nules y la Banda Artística Nulense pusieron el acompañamiento musical al solemne acto, preludio del momento más solemne de toda la jornada: la procesión en la que la imagen de la patrona recorrió las calles de la vila, para finalmente ser llevada de nuevo hasta su capilla.

El disparo de un castillo de fuegos artificiales en la plaza Mayor cerró una jornada que dará paso hoy a la primera tarde de vacas, a cargo de la ganadería de Armando Beltrán a partir de las 18.00 horas. La otra cita imprescindible del lunes será la tradicional nit d’albades, que dará comienzo a las 22.30 horas desde la plaza Mayor y contará con la Colla de Xirimiters i Tabaleters de la Llosa de Ranes, acompañados a la voz por Josep Gimeno, el Botifarra. H