A partir del mes de febrero, las calles de acceso a los colegios de Nules quedarán cortadas al tráfico de forma temporal en los horarios de entrada y salida de los escolares. Esta medida se aplicará con la colocación de pilonas clavadas en el suelo y la instalación de señalización que indicará la prohibición de circular por la zona con cualquier vehículo. Quien lo incumpla, será sancionado.

Así de contundente se expresó ayer el alcalde, David García, que en respuesta al malestar manifestado por el AMPA del colegio Pío XII al respecto, como informó ayer Mediterráneo, aseguró que «esta acción está avalada por un informe de la Policía Local».

Ayer volvieron a repetirse las escenas que se reproducen cuatro veces al día a las puertas del mencionado centro escolar. Una portavoz de la asociación de padres y madres señaló que un conductor llegó a encararse a las familias cuando le recriminaron que las vallas estaban para impedir el paso. El conductor, no contento con sortear el obstáculo, plantó cara a quienes le increparon. Como denuncian los afectados, lo ocurrido ayer no fue un hecho aislado, sino algo habitual.

Sobre la disconformidad del AMPA respecto de la opción aportada de poner bolardos, el primer edil afirmó no tener «ninguna constancia oficial», al igual que tampoco nadie le había trasladado la preocupación porque este sistema no impedirá el paso de patinetes eléctricos, bicicletas o motos. Precisamente, el pasado diciembre una bici eléctrica atropelló a un escolar en la zona, que sufrió una rotura de tibia y peroné.

Sobre la inquietud de las familias, el munícipe incidió en que la solución de las pilonas lleva aparejada la señalización que prohibirá la circulación temporal. Como en más de una ocasión ha señalado García en relación a la seguridad vial en entornos escolares, «es imposible poner policía en todos los centros».

En cuanto a la posibilidad de recurrir a personal voluntario, como Protección Civil, remarcó precisamente el carácter voluntario de su labor, que se destina «a otras tareas puntuales», no para una cuestión que requeriría de una presencia diaria.

La intención del equipo de gobierno es proceder a la ejecución de las obras necesarias para la colocación de las barreras durante el mes de febrero, momento que coincidirá con la señalización especial sobre el corte de las calles. El alcalde resaltó que los conductores no podrán quitarlos, como sí pasa actualmente con las vallas. Al ser cortes provisionales, serán los conserjes los que deberán encargarse de colocar y retirar los bolardos cuatro veces al día.