El Ayuntamiento de Nules ha decidido presentar nuevas alegaciones al proyecto de encauzamiento del barranco de Torrent para que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) varíe de forma urgente el plan planteado en el año 2011, al considerar que la actuación, tal y como está planteada, supone un importante “foco” de mosquitos. Este es el principal motivo que ha llevado al consistorio a plantear objeciones a esta “necesaria” intervención para evitar inundaciones en la zona marítima, en caso de producirse un capítulo de gota fría.

En este sentido, el alcalde, David García, ha remarcado que el proyecto plantea un inconveniente añadido para luchar contra la plaga de dípteros, cuya afección es problemática durante los meses de más calor. Y es que el barranco no desemboca, según los planos, directamente en el mar sino en unos terrenos privados, creando una especie de pantano artificial en la zona comprendida entre la playa de Nules y la de Moncofa, en las cercanías de la conocida finca del Pou. “No queremos un nuevo foco de insectos”, remarcó el munícipe.

Las últimas alegaciones formuladas por el Ayuntamiento se unen a las efectuadas recientemente por algunos de los 400 propietarios afectados por las expropiaciones. Un trámite que, según la CHJ, puede alargar el comienzo de las actuaciones, como informó ayer Mediterráneo.

A este respecto, el primer edil de Nules fue contundente al afirmar que hay tiempo para resolver los nuevos requerimientos antes del 2017, fecha en la que está previsto que se incluyan las obras en los Presupuestos Generales del Estado. La actuación está cifrada en cerca de 28 millones de euros. “Al llegar al gobierno nos encontramos con este proyecto y con el hecho de que las alegaciones no habían sido respondidas por la CHJ desde el 2011. Hemos creado una comisión de seguimiento para que el proyecto sea del agrado de todas las partes. No creemos que esto deba retrasar la actuación, porque para este año no hay ni un euro presupuestado. Pedimos celeridad”, señaló. H