La parroquia de la Natividad de Nuestra Señora de Villahermosa del Río vivió recientemente una entrañable jornada que ya forma parte de su historia. Y es que el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, confirmó a seis jóvenes del municipio --los últimos en recibir este sacramento lo hicieron el año 2007-- y bendijo un nuevo altar dedicado al Cristo Crucificado y al Cristo Yacente, en una emotiva celebración religiosa en la que participaron numerosos fieles.

Desde hace algunas semanas luce en una de las paredes del crucero el retablo dosel compuesto por dos grandes basamentos, que enmarcan el altar que sustenta el sepulcro y sobre los que se asientan dos grandes columnas corintias, de cuatro metros de altura, con retro pilastra. El retablo, realizado con madera y exadura y también policromado, fue sufragado con los donativos de los vecinos. Alberga dos imágenes, recuperadas recientemente por el restaurador de l’Alcora, Francesc Chiva; quien a su vez también diseñó y policromó el altar. Cabe destacar que este se ha completado con un panel de cerámica donado por la azulejera de l’Alcora Nova Línea y está integrado por un conjunto de 56 piezas que representan un calvario.

ASPERSIÓN // El obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón bendijo las imágenes --asperjándolas-- en un entrañable evento en el que estuvieron presentes, además de los ciudadanos, el propio restaurador, Francesc Chiva; el presidente de Porcelanosa, Manuel Colonques; su esposa, Delfina Sanz; y José Fuentes, de Nova Línea.