El Ministerio de Fomento arrancó ayer las obras del puente de la Bota que han obligado a cortar la N-232 en el término de Morella. Unas actuaciones que se prolongarán entre seis y ocho semanas, cerrando al tráfico la conexión más importante del interior norte de la provincia.

La primera jornada fue complicada, al registrarse un accidente de un camión en Catí, en la CV-128, la ruta alternativa para los que viajan dirección Vinaròs. Afortunadamente, no fue grave, pero el vehículo pesado inutilizó una parte del vial. A media mañana, en el punto del suceso, únicamente se podía circular por un carril. Sobre las 14.30 horas, con las tareas de retirada del camión con una grúa, se cerró al completo el tráfico hasta que se despejó de forma definitiva la calzada.

UNA «ODISEA» // Una de las afectadas de la situación fue una joven morellana que trabaja en Catí. El viaje, al tener que ir por la carretera de Ares, se le alargará cada día una media hora. Ayer, con el accidente, aún fue más. «Salí de Catí a las 14.20 y llegué a Morella a las 16.00 horas, al tener que ir por Albocàsser por lo del camión, una carretera que está llena de baches; fue una odisea», indicó.

Además de los que van a Catí desde Morella, o a la inversa, los que más sufrirán el corte de la N-232 serán los que viajen dirección Baix Maestrat. Principalmente, afecta a los que tienen visitas periódicas al hospital comarcal de Vinaròs o para realizar gestiones de otro tipo.

Los usuarios habituales de la nacional también denuncian el peligro de las vías alternativas, al multiplicarse el volumen del tráfico, sobre todo de camiones, en estas carreteras del interior que tienen un arcén más estrecho.

Sobre la N-232, el PSPV anunció ayer la celebración de un acto para reivindicar las obras en el puerto de Querol. «es urgente que se acometan ya los trabajos porque es un eje vital para el desarrollo de la provincia por el norte», tal y como señaló el diputado socialista Artemi Rallo. H