La lluvia caída ayer por la tarde en Almassora aguó uno de los actos más esperados de las fiestas que la localidad celebra en honor a Santa Quitèria, como es la ofrenda de flores a la patrona, cuyo desfile desde la iglesia del Santísimo Cristo a la parroquia de la Natividad tuvieron que suspender a causa del mal tiempo, de manera que lo trasladan a las 10.00 horas de hoy, miércoles.

La intensa tormenta que comenzó a mitad de la tarde obligó a la Concejalía de Fiestas a cancelar el evento para proteger la imagen, y reprogramarlo para la jornada de hoy. Sin embargo, el tiempo fue traicionero y, tras tomar la decisión, dejó de llover.

De esta forma, la multitudinaria cita se suma a la misa y la procesión, y a la tradicional elaboración de les Calderes, una cita declarada fiesta de interés turístico provincial, con la que rememoran la solidaridad de un pueblo con los más pobres y que en la actualidad se traduce en el reparto de miles de raciones de este plato entre vecinos y visitantes.

Desde primera hora de la mañana empezarán a cocinar esta receta típica del día grande de Santa Quitèria en calderas de cobre, 22 de ellas cara al público en la plaza de España, y otras 30 con las que pretenden cubrir la elevada demanda de la jornada.

TOROS // Como de costumbre, y pese a que no se llevó a cabo por la lluvia, la ofrenda adelantó a las 17.00 horas las exhibiciones taurinas. En primer lugar, salió a la plaza Major un toro de Arcadio Albarrán, marcado con el número 56 y patrocinado por las peñas El Corb, Clafidors, L’Embolic, La Tabarra, San Fermín, Amiguel del Bou, El Refugio y El Retiro. El rodaor César Palacios recibió al astado, que prefirió calle.

Posteriormente, soltaron desde la plaza de la Picaora al número 33, de Román Sorando --en lugar del toro financiado por la peña Sense Nom, que se exhibirá el sábado--, patrocinado por el consistorio para el encierro. La tarde taurina concluyó con una vaca.