Un tabal y una dolçaina marcaron el paso a lo largo del trayecto que llevó a los participantes en la ofrenda a los patronos de la Vall d’Uixó, desde la plaza del Centro hasta la parroquia del Santo Ángel Custodio, en la jornada con la que se abrieron los tres días en los que los actos religiosos desbancan al resto de aspectos en las fiestas de la Sagrada Familia y el Santísimo Cristo.

Pero la música popular valenciana no fue la única que acompañó la evolución del día de la Trasladación. También consideradas como instrumentos musicales, desde las alturas, las campanas recordaron a la ciudad que los devotos estaban llamados a participar en un día grande.

TOQUES de celebración / Los encargados de hacerlo fueron tres integrantes del Noble Gremi de Campaners que, un año más, tuvieron la oportunidad de recuperar toques y costumbres ancestrales, interpretando una melodía estridente pero estudiada, pensada para llegar tan lejos y tan alto como fuera posible. Y como sucediera durante cientos de años, los vecinos escucharon los avisos de misa y los propios de los diferentes momentos de la eucaristía --como los de la consagración-- y, por la tarde, amenizaron la ofrenda, interpretaron las vísperas solemnes --hoy es el día de la Sagrada Familia-- y voltearon durante la procesión que cerró el día.

PARTICIPACIÓN DIVERSA / La hermandad entre las dos fiestas patronales de la Vall se plasmó con la presencia de la comisión de Sant Vicent en la ofrenda, encabezada por su reina. Lo mismo sucedió con la Junta Local Fallera. Y además de integrantes de otras celebraciones, destacó la participación de festeras de la Sagrada Familia y el Santísimo Cristo de años anteriores.

Cerró la comitiva la representación institucional. Así, junto al presidente de la comisión organizadora, Manuel Debón, estuvieron la alcaldesa, Tania Baños; y la vicepresidenta de les Corts, Mª José Salvador, que acompañaron a los asistentes en este acto. También hubo participación de otros grupos con presencia en la corporación municipal.