Los olivos milenarios son elementos claves en la herencia histórica, cultural y paisajística de Castellón y avanzan para ser declarados patrimonio mundial. La Mancomunitat de la Taula del Sénia, que actualmente preside el alcalde de Sant Jordi, Iván Sánchez, gestiona el proyecto Aceite y Olivos Milenarios del Territorio del Sénia, que impulsa la puesta en valor de este importante recurso vivo, único en todo el mundo.

Con esta finalidad, la entidad presentó, en el marco de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), un proyecto para que estos ejemplares naturales, su cultivo y comercialización se integren en el programa SIPAM (Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial). Dicho plan reconoce los paisajes estéticamente impresionantes que combinan la biodiversidad agrícola con ecosistemas resilientes y un valioso patrimonio cultural.

«Consideramos que los olivos y el aceite milenario farga que se produce en nuestra zona podía tener cabida en el mismo y decidimos informarnos para ver si era factible», explica Sánchez.

EVALUACIÓN // La culminación de esta ambiciosa empresa está cada vez más cerca y esta misma semana se llevó a cabo la última fase con la visita de Patricia Bustamante, comisaria de la FAO. «Se desplazó a Sant Jordi para comprobar in situ si existe una relevancia a nivel territorial y económico de este patrimonio y nosotros lo defendimos y argumentamos», indicó el alcalde, quien manifestó que «la representante se llevó muy buena impresión y tenemos esperanza de que la propuesta sea aceptada».

Para saber si finalmente entran a formar parte del programa SIPAM, habrá que esperar la valoración del comité científico de la FAO. «Se reúnen el 27 de noviembre y la primera semana de diciembre anunciarán los elegidos», avanzó el primer edil.

motivos // El presidente de la Taula del Sénia recordó que esta candidatura acumula un «largo recorrido». «Nos informamos de que en España solo existían dos lugares SIPAM en el 2017: los sistemas de producción de Pasas de Málaga en la Axarquía y el de Sal en Añana, en Álava. Tras ampliar datos sobre estos casos, nos reunimos con Marta Cimas, del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que ejerció de enlace para que nos visitara Bustamante».

Sánchez recalca que «lograr el reconocimiento sería un gran impulso para el mundo rural y todo un premio al esfuerzo de nuestros agricultores para mejorar el desarrollo y la financiación relacionada con los olivos».