España ha visto como el singular olmo de Navajas, declarado Árbol del año en España 2019, se ha quedado sin título europeo en las votaciones realizadas en febrero, cuyos resultados se facilitaron ayer en Bruselas en la entrega de premios. Finalmente el reconocimiento al que aspiraban 15 ejemplares singulares, lo ganó el almendro de la colina nevada de Pécs (Hungría) con 45.132 votos, seguido del roble de Abramtsebo (Rusia) con 39.538, y de la encina centenaria de Monte Barbeiro (Portugal), con 32.630 votos.

El olmo de Navajas, denominado por la organización como el olmo del pueblo tan solo consiguió 13.622 votos, quedando en una discreta duodécima posición. En la última revisión de datos, antes de desaparecer de la página web oficial los resultados provisionales, el de Navajas aparecía en cuarto lugar, por lo que los voluntarios confiaban en ascender al Top 3. Incluso, el británico Rob McBride, un cazador de árboles y activista de la protección de ejemplares antiguos, lo tildó de «impresionante y excepcional».

No obstante, los voluntarios que hace un año decidieron apostar por este árbol de 383 años, con la colaboración del Ayuntamiento, para presentarlo al concurso promovido por el Ministerio de Agricultura y Bosques sin fronteras, ya idean nuevos proyectos para consolidarlo como emblema cultural y turístico, como explicó una de las voluntarias, Amelia Sáez. No en vano, la afluencia de visitantes se ha disparado para contemplar el ejemplar que preside la principal plaza de la localidad.