La fiesta por excelencia del invierno en Els Ports es Sant Antoni, y varios municipios adelantan su celebración al fin de semana previo al 17 de enero. Olocau del Rey fue ayer uno de los puntos más madrugadores en rememorar los actos emblemáticos. Por la mañana se procedió a la salida al monte para buscar la leña del montaje para la barraca. Ya a mediodía, y con la estructura instalada, tuvo lugar una comida popular para las personas colaboradoras.

Pero fue por la tarde cuando arrancaron los instantes más esperados, con el ajuste de peones y la vuelta y bendición de los animales. Entrada la noche, los ritos paganos y cristianos se fusionaron por primera vez en el presente año, con la santantonà y la quema de la barraca.

Hoy siguen los actos programados, con la eucaristía y la procesión en honor al patrón, a partir de las 12.00 horas. La tranza llegará a las 16.30 horas. Se trata de una peculiar subasta, en la que se puede pujar por excelentes platos de gastronomía, u otros bienes, que los vecinos llevan para ser vendidos al mejor postor.

El desarrollo de esta festividad es diferente en cada término, compartiendo rasgos que son comunes a la mayoría de los pueblos, a la vez que diferentes al tener algunas actividades genuinas de cada población.

Singularidad

En este sentido, en Olocau destaca, la representación del ajuste de peones. En la tarde de ayer, como manda la tradición, se dieron cita en la plaza un jinete, mandado por el mayoral, que representa el proceso de contratación a los peones para segar los bancales del amo, y un peón que defiende los intereses de los trabajadores. En el diálogo entre los dos se aprovecha para hacer un repaso crítico y satírico de la actualidad local.