Después de que la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, no haya cedido a la presión y haya dejado a los ganaderos de reses bravas de la Comunitat fuera de las ayudas aprobadas ayer por el Consell por la crisis del coronavirus --con un importe total de 7,3 millones de euros--, la vicepresidenta autonómica, Mònica Oltra, defendió que los beneficiarios de esta subvención son aquellos sectores que «nos han dado de comer durante el confinamiento, no de espectáculos».

Aunque altos cargos dentro de la Generalitat habían mostrado su apoyo a los afectados, como es el caso del director la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuestas a las Emergencias, José María Ángel, quien defendía que «no hay que excluir a nadie», el Ejecutivo regional ha optado por no meter dentro de las ayudas al mundo del bou al carrer. El motivo, según recalcó Oltra, es que el decreto está dirigido concretamente al sector «que nos da de comer, que pesca o cría para que podamos comer». «No estamos hablando de animales de espectáculos igual que no estamos hablando de animales de circo. Estamos hablando de animales criados para el consumo humano y ahí han ido las ayudas», añadió la consellera.

La aprobación de estas polémicas ayudas llega días después de que el alcalde de Vila-real, José Benlloch, anunciara que lanzarán una moción para apoyar a los ganaderos de reses bravas, un gesto que también han secundado en otros municipios de la provincia como l’Alcora, Onda, Almassora o la Vall d’Uixó.