Las excavaciones arqueológicas previas a las obra de peatonalización de la calle Camí de Castelló, en la localidad de Onda, finalizaron ayer y han dejado entrever un resto del muro del antiguo Bassó o balsa grande de época medieval.

Según el equipo arqueológico que ha realizado los trabajos, el Bassó, que da nombre al molino contiguo, dejó de usarse y se demolió a mediados del siglo XIX, pues el material de relleno que se ha encontrado junto a lo que queda del muro es de esa época. Las excavaciones, que ha realizado una empresa de Valencia, tenían que haberse iniciado el 5 de abril, pero se retrasaron un par de días a causa de la lluvia.

Ahora se realizará el informe arqueológico correspondiente, que se remitirá a la Conselleria de Cultura para que los técnicos indiquen cuál es el procedimiento a seguir con los restos. De momento, se han cubierto del mismo modo que las otras dos catas, realizadas en la parte más ancha del vial, junto al portal de Sant Pere. Esto se debe a que las fiestas del barrio son en junio.

EN NOVIEMBRE // Cuando se inicien las obras, en noviembre, tras la Fira d’Onda, pues en esa zona de la calle Camí de Castelló se instalan los toriles, se decidirá qué se debe hacer, a la vista de la respuesta de la Generalitat.

El proyecto, que todavía no se ha sacado a licitación, según confirmó a Mediterráneo el alcalde, Ximo Huguet, tiene un presupuesto de 200.000 euros. Consiste en la peatonalización y en la adecuación de la calle Camí de Castelló para que mantenga la misma estética que el resto de viales del centro histórico. También se realizará la instalación previa de las canalizaciones para el futuro soterramiento del tendido eléctrico, entre otras actuaciones.

La concejala de Urbanismo, Marta Piquer Martí, recordó que se vieron obligados a paralizar el proyecto, iniciado por la anterior corporación del PP, “tras revisar una serie de cuestiones que no estaban bien definidas, como la seguridad viaria”. Desde el 1 de diciembre se eliminó provisionalmente el tráfico de la calle. H