Palha no es partidario de la publicidad engañosa. Y con la verdad por delante se presentó ayer en Onda el hierro portugués. Cumpliendo sobre las calles con aquel eslogan de Horror, terror y furor que también dio nombre a un libro sobre la ganadería. Alquimia de bravura por la que apostó la ACT Guarismo 2, impulsora de los encierros de la Fira d’Onda.

Comparten colores el hierro de Joao Folque de Mendoça y el colectivo que preside Juan Cabezas. Azul y blanco que ayer sembraron miedo por el recorrido, desde el camí Castelló hasta el Raval de Sant Josep. Más de tres minutos duró el segundo encierro de cerriles de la Fira. Eternos segundos de congoja para algunos de los que se encontraron con los seis palhas sobre el asfalto.

12.00 horas. 3 carcasas. Y con la apertura del segundo portón de corrales uno de los astados se ponía en cabeza. Entre los aficionados se notaba el desasosiego, conocedores de lo que significaba aquello para el desarrollo de una carrera que reunió a corredores de toda España, entre ellos caras tan conocidas de los sanfermines como el pamplonés Sergio Colás o Chuchete, de Cuéllar.

Tesugo, Cesguno, Madrileño, Camarito (571), Camarito (204) y Pintanegro enfilaron la Safona. Y confirmaron que sí, que no habían llegado a jugar, sino a mantener la fama del hierro. Y así, el primer ejemplar siguió abriendo manada, seguido por otro y el resto, metros por detrás. Miradas amenazadoras que siguieron por la calle San Miguel, donde se abrieron, obligando a los mozos a refugiarse. En dicho punto se vivió uno de los momentos más complicados, cuando uno de los palhas se paró en la barrera de la calle Salvador Barri, rematando e incluso haciendo la intención de hacer el recorrido a la inversa.

manada partida // Mientras, los primeros cinco toros junto a los cabestros siguieron por la calle del Carmen, tomaron la curva y continuaron por Ecce-Homo, asestada ayer de corredores. Botijo se metió enmedio de la torada en una buena carrera. En los últimos metros del vial se vivieron de nuevo momentos de peligro, con los animales estirados. Con el contador alrededor de los 1.35 minutos entraron cuatro toros al Raval seguidos de otro. A esas horas, el sexto aún tomaba la calle del Carmen junto al cabestro de cola. Un recorrido que hizo con incidentes y que prolongó el evento más de tres minutos.

Con el miedo en el cuerpo llegaban las buenas noticias. Tres heridos, pero ninguno por asta: E.S.E., de Forcall, fue atendido por un golpe en rodilla izquierda; A.F.S., de Onda, por una brecha en la parte posterior derecha de la cabeza; y un varón de nacionalidad francesa, J-L.D., atendido de una brecha en la cabeza.

Tras el encierro, salió en exhibición Pintanegro, que volteó a un varón en la plaza Rey don Jaime. F.S.G., de Elche de la Sierra, sufrió una luxación en la clavícula izquierda y varetazos múltiples. Le atendieron en la enfermería y fue trasladado a la Plana (anoche estaba en observación).