Orpesa ha puesto fin a la problemática del top manta que tanto preocupaba en los últimos años. El municipio no registra manteros en este insólito verano en los paseos marítimos, ganándole la batalla a esta práctica ilegal.

La razón parece radicar en la «presión de la vigilancia policial y las campañas de concienciación» llevadas a cabo, que «han surtido efecto, pues hemos comprobado que esta temporada no se ha registrado ninguna incidencia provocada por el top manta», según aseguró ayer la concejala responsable del área de Policía Local en el Ayuntamiento, Araceli de Moya.

«Estamos muy satisfechos, ya que durante es tos meses de temporada turística, y gracias a la gran labor que lleva a cabo diariamente nuestra Policía Local, hemos conseguido erradicar el top manta, tanto en los paseos marítimos de la playa de Les Amplàries como en el de Morro de Gos, dos de las zonas en las que este fenómeno estaba más presente».

El consistorio inició el pasado año una campaña de concienciación dirigida a vecinos y visitantes con el objetivo de disuadirlos de la compra de los artículos que venden los manteros. Una iniciativa que, tal y como señaló de Moya, «ha sido de gran ayuda para conseguir acabar con el comercio ilegal», aunque advierte «que no hay que bajar la guardia».

Este tipo de campañas, con la colocación de carteles informativos, tienen el objetivo de concienciar a los vecinos, veraneantes y turistas de lo que conlleva comprar estos artículos.

SIN DENUNCIAS // Por su parte, la alcaldesa María Jiménez, mostró también su satisfacción y declaró que cada noche «hay que controlar por donde antes solía haber top manta y este verano no se encuentra a ningún mantero». Así, tampoco ha habido denuncias por este motivo, ni incautaciones de artículos de falsificaciones de marcas, como ocurría los pasados veranos, «porque no ha habido top manta ningún día», afirmó.

Sin ir más lejos, el año pasado por estas fechas el municipio, a través de la Policía Local y la Guardia Civil, ya había incautado un total de 14.965 artículos a estos vendedores ilegales, que comercializaban sus productos en los paseos marítimos.