La conexión de la vía verde con el carril bici de Orpesa será una realidad a inicios del 2018. El Ayuntamiento ha adjudicado los trabajos por «56.307,18 euros más IVA», según informa la concejala de Deportes, Sonia Bellés. En cuanto a la ejecución de los mismos, está previsto que se lleven a cabo «entre finales de este ejercicio y principios del que viene», tal y como afirma la edila.

En breve se procederá a la firma del contrato para a continuación empezar las obras. El proyecto comprende la construcción del trazado para comunicar el paseo ciclo-peatonal con el carril bici ya existente, a partir de la plaza Príncipe de Asturias, que cruza la zona de les Amplàries.

El objetivo es facilitar la circulación de bicicletas atravesando el núcleo urbano, de sur a norte, con un trayecto recto y alterando lo menos posible la configuración existente y los sentidos de dirección de las calles afectadas.

El eje planeado se ubica a los lados de la actual vía férrea. Irá de punta a punta por el lado izquierdo del recorrido, paralelo a la calle Recholar hasta llegar a la rotonda ubicada al comienzo del vial Almazora. Este itinerario conectará con la glorieta localizada a la misma altura, al otro lado de la vía ferroviaria, y continuará por la calle Tarragona hasta llegar a la avenida del Mar. Justo en este punto, enlazará con el carril bici existente a día de hoy.

La superficie de actuación será de 5.915,80 m2, considerando un ancho continuo que llegará como máximo a 2,50 metros.

Bellés muestra su satisfacción porque la propuesta ya está definida. «La intervención está pensada para ofrecer un mejor servicio turístico y, a la vez, para desestacionalizar la temporada, apostando por el turismo deportivo durante todo el año», manifiesta. De hecho, desde la Concejalía de Deportes ya se está trabajando para crear una guía de rutas cicloturistas que se sume a la oferta de visitas guiadas existente.

NUEVO ATRACTIVO

La vía verde trascurre entre las localidades de Orpesa y Benicàssim, discurriendo por el antiguo trazado ferroviario de la línea que bordeaba el litoral de ambas poblaciones. Un tramo que se ha convertido en muy pocos años en uno de los grandes atractivos del litoral de la provincia de Castellón.

Con una longitud de casi seis kilómetros (5,5 en el término municipal de Orpesa, el resto, en Benicàssim), es apta tanto para ciclistas como peatones (también para personas con movilidad reducida), ya que dispone de un firme asfaltado y otro con gravilla. Se accede desde Orpesa por la calle Tramontana, en la playa de la Concha; y desde Benicàssim, junto a la playa del Voramar.