Hace unos días lo anunció Morella y ayer lo hizo Orpesa. Estos municipios pondrán cerco al coronavirus a través de un análisis innovador y pionero de las aguas residuales. Forman parte de un plan experimental al que ya se han adherido otras cinco localidades de la Comunitat Valenciana (Sagunto, Xàbia, Calpe, Gandia y València). En el caso de la ciudad costera, su alcaldesa, María Jiménez, explica que han firmado un protocolo de colaboración con el laboratorio Gamaser, de Global Omnium, con el que podrán avanzarse «a la aparición de nuevos brotes y focos de infección», puntualiza.

PROCESO // El procedimiento se desarrollará durante 15 días en puntos significativos de la red de alcantarillado. Realizarán un estudio molecular de las aguas residuales que permite conocer la presencia, niveles de concentración y la evolución del organismo que provoca el covid-19.

Posteriormente, estudiarán la cantidad de restos del virus presente por cada litro de agua para determinar el resultado por sectores. Una vez tengan las conclusiones, las pondrán a disposición de la autoridad sanitarias, siempre que sean requeridas.

La munícipe destaca que «esta iniciativa no tendrá coste para el Ayuntamiento, ya que Global Omnium, con el objetivo de contribuir a frenar la pandemia, asumirá los gastos del proyecto».

Por su parte, su homólogo en la capital de els Ports, Rhamés Ripollés, señala que «es una apuesta por ser un pueblo seguro y avanzar en la detección del virus».

Este método de vigilancia epidemiológica, presentado la semana pasada por el president de la Generalitat, Ximo Puig, está avalado por el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IATA-CSIC). El objetivo es sectorizar y controlar el comportamiento de la pandemia entre la población.