El Ayuntamiento de Orpesa aprobó en el pleno del pasado jueves iniciar el proceso para dirimir el precio de los terrenos en los que se construyó la depuradora que, actualmente, da servicio al municipio y a la Ribera de Cabanes. El consistorio presentará al Jurado Provincial de Expropiación Forzosa de Castelló un informe que fija la valoración de los terrenos en 550.000 euros.

Sin embargo, las empresas propietarias de los solares, Comercializadora Mediterránea de Viviendas y Orobrisa Grupo Inmobiliario, estiman que el precio es de 23 millones de euros. La considerable diferencia estriba en que el consistorio considera que el suelo de la depuradora se debería haber pagado como rústico mientras que las empresas se acogen al valor del aprovechamiento de uso «aceptada por el anterior equipo de gobierno», según la actual alcaldesa, María Jiménez, circunstancia que propicia la reclamación por parte de los propietarios de millones de euros. Cabe señalar que el aprovechamiento se fijó en la zona del Rajolar, pero no se ha podido materializar ya que se declaró como inundable.

Ahora, tal como se acordó en la sesión plenaria, ambas valoraciones --la del consistorio y la de las empresas-- se remitirán al Jurado de Expropiación, que será el que resuelva el conflicto. En el caso de que sea a favor de las empresas, el Ayuntamiento podría recurrir al contencioso, aunque es una opción que todavía la alcaldesa desconoce si se tomaría. Jiménez tampoco se plantea ahora un plan para poder hacer frente a los 23 millones de euros, una cantidad que podría hipotecar a un municipio que, pese a contar con uno de los presupuestos más altos (alrededor de 20 millones anuales), no sería suficiente para una liquidación inmediata.

Con todo, dicha situación está por venir y la alcaldesa asegura que su intención es «defender hasta el final la valoración que han hecho nuestros técnicos porque entendemos que es la que más beneficia a los vecinos y vecinas de la localidad».