Los alumnos del CEIP Cervantes de Nules desplazados a otro colegio del municipio por las obras en el suyo no volverán a sus aulas el día 7 de enero como les habían asegurado. Tras la reunión mantenida con los responsables de la empresa les han notificado que los trabajos no han concluido totalmente y por lo tanto, deberán esperar «al menos 15 días más», aseguraron fuentes de la AMPA.

La indignación se ha extendido entre las familias afectadas, que si bien han mostrado comprensión desde el primer momento a la necesidad de solucionar el grave problema estructural detectado cuando ejecutaban las obras previstas en el Pla Edificant. En especial, teniendo en cuenta de que hasta en dos ocasiones previas han tenido que escuchar el mismo argumento, pues primero les dijeron que volverían en noviembre, después la fecha se trasladó a diciembre y ahora ya no será con la incorporación a las clases tras las vacaciones, como les habían dicho.

DESDE SEPTIEMBRE / En un inicio de curso ya complicado de por sí, no solo la comunidad escolar del CEIP Cervantes tuvo que adaptarse a un cambio de planes inesperado, pues la necesidad de reubicar a dos de los tres ciclos de primaria también afectó al CEIP Pedro Alcázar, el colegio de acogida, donde el alumnado de 3º a 6º ha sido distribuido en diferentes espacios y aulas, con la reestructuración de los protocolos covid que las circunstancias sobrevenidas provocaron, aunque el alcalde, David García, destacó desde el primer día la predisposición general a buscar una solución a un imprevisto que necesita una respuesta coordinada. A pesar de ello, la paciencia de los padres se acaba, porque temen que, «como pronto, no volveremos hasta febrero».

El colegio de acogida de los alumnos del CEIP Cervantes tiene su propio debate interno y no tiene nada que ver con los problemas de sus huéspedes, sino con el anuncio realizado antes de las vacaciones de Navidad, de la modificación de los protocolos anti covid implantadas desde el mes de septiembre.

La dirección del Pedro Alcázar informó a las familias de que, tras las vacaciones de Navidad, iban a reagrupar las clases duplicadas para reducir al máximo las ratios con la creación de grupos burbuja más pequeños. Tras analizar el funcionamiento del centro durante el primer trimestre, se creyó que el cambio sería adecuado, pero algunas familias iniciaron una campaña de recogida de firmas en contra de esta opción, que ha llegado al centenar de apoyos.