Cientos de personas se congregaron anoche en la concurrida plaza de la Constitución para participar en la tradicional cena de hermandad que, cada año y con motivo de las fiestas patronales, se celebra en Benicarló.

Así, unos 4.000 asistentes coparon el ágora con la intención de compartir no solo mesa y mantel, sino también música y baile hasta altas horas de la madrugada.

Alternativas // Esta cena de sobaquillo bien podría servir de experimento sociológico para analizar la actitud y predisposición de los participantes en este tipo de eventos. En este sentido, ganan por goleada aquellos que, para agasajar a sus amistades, pasan horas entre fogones y preparan con mimo y esmero un suculento y variado menú en el que predomina la cocina tradicional con paella, fideuà, suquet de peix, albóndigas con tomate, conejo con caracoles o hasta pollo guisado con patatas. Aunque no son pocos los que se decantan por la alternativa más práctica y económica con el bocadillo, o poniendo en común el bolsillo para encargar comida preparada.

Independiente del menú elegido, la tónica generalizada anoche fue el buen ambiente y la animación, que fue creciendo a medida que avanzaba la velada, y especialmente cuando entró en escena la orquesta Jamaica Show.

Cabe destacar las medidas de seguridad para prevenir incidentes. Como es habitual, Policía Local y Guardia Civil desplegaron un amplio dispositivo con maceteros y barreras para salvaguardar la protección de los asistentes a los actos más concurridos.