El pabellón B de La Garrofera de Almassora podrá abrir sus puertas de nuevo en febrero del 2020. Es la previsión que manejan los técnicos municipales ante el avance de los trabajos en el interior de la pista, coincidiendo con el progreso de las obras del colegio Regina Violant. La cancha está lista, a falta de la instalación de suelo de poliuretano continuo y el marcaje de las líneas para la práctica de distintas disciplinas deportivas.

El «rápido avance», según remarcan fuentes municipales, de la construcción del centro escolar, anexo al recinto deportivo, permite ultimar ya la actuación en el pabellón, que estaba muy deteriorado por el uso y la falta de actuaciones. Por ello, el proyecto ha incluido la remodelación de la cubierta para reparar goteras, la ignifugación del edificio, con el objetivo de evitar incendios, y la sustitución del alumbrado para eliminar la luz amarillenta que se proyectaba por la suciedad acumulada.

ADAPTADO A LA LEY // Además, la reforma del bloque ha incluido la pintura en blanco de la estructura metálica y los paramentos y, actualmente, la empresa habilita las cuatro puertas de acceso para ajustarse a la normativa de seguridad. Se trata de las salidas a los vestuarios exteriores para uso general, al futuro porche del Regina Violant, al pabellón A del mismo polideportivo y a la calle.

Todo ello se produce después de que los operarios accedieran en octubre al recinto para su limpieza, tras la acumulación del material y la suciedad de las intervenciones colindantes en el complejo educativo. Asimismo, renovaron el sistema eléctrico para garantizar el correcto funcionamiento y evitar accidentes.

La alcaldesa, Merche Galí, visitó el lugar junto a los arquitectos municipales y la edila de Educación, Raquel Barberà, para comprobar el estado actual de la pista, que sumará el suelo de poliuretano continuo sobre una base de caucho en las próximas semanas, cara a prevenir lesiones.