Un total de cuatro son las opciones que tienen las familias vila-realenses para que los niños puedan tomar la primera comunión, una vez levantado el estado de alarma decretado por el Gobierno para poner freno a la pandemia del coronavirus.

El abanico de posibilidades cuenta con el consenso de los responsables de las diferentes parroquias de la ciudad (arciprestal Sant Jaume, Sant Francesc, Santa Isabel, Santa Sofía y Santos Evangelistas), quienes aseguran que, en general, las madres y los padres «han reaccionado muy positivamente» a lo que acordaron, «porque están muy concienciados con la situación actual derivada del virus», destaca el cura de Santa Isabel, Esteban Badenes.

Según señala a Mediterráneo el párroco de la arciprestal, Javier Aparici, las familias pueden elegir que sus hijos tomen la comunión en los turnos habilitados para junio y julio, en septiembre, en misas ordinarias o, en el caso de que así lo prefieran, esperar a celebrar la fiesta el próximo año.

En su mayoría, los progenitores optan por que sus pequeños reciban el sacramento en los turnos de junio, julio y septiembre, «aunque hay algunos que han decidido dejarlo para el 2021 o, incluso, comulgar en uno de los oficios dominicales», añade.

LAS CITAS // De esta forma, las parroquias vila-realenses arrancaron el pasado fin de semana el ciclo de comuniones, que se realizan los sábados y los domingos en torno al mediodía. Eso sí, tanto los niños como sus familiares deben cumplir con todos los requisitos que marcan las autoridades sanitarias para evitar posibles contagios del covid-19.

Uno de los aspectos más complejos a los que cada iglesia ha tenido que dar la respuesta adecuada es el relativo a la limitación del aforo de los templos. Al respecto, Aparici indica que en la arciprestal son un total de 250 personas las que pueden acceder a estas ceremonias, que habitualmente suelen ser multitudinarias. «Para evitar problemas, decidimos repartir invitaciones para poder asistir, de manera que los asientos disponibles se distribuyen entre los niños que toman la comunión», indica el sacerdote del primera parroquia vila-realense. «Además, el uso de la mascarilla es obligatorio, hay gel disponible para la desinfección de las manos y los pasillos están señalizados con flechas para indicar que son de un único sentido y evitar el cruce de personas», añade sobre las nuevas medidas.