El poblado ibérico del Puig de la Misericòrdia de Vinaròs tendrá este año dos nuevas campañas de excavaciones para continuar su puesta en valor. Una de ellas se iniciará en mayo y durará dos meses; y una segunda se realizará en verano. El arqueólogo de la Diputación, Arturo Oliver, explicó que en la primera se trabajará en todo lo perteneciente al siglo VI y las estructuras arquitectónicas del siglo II a. C., que no se podrán conservar, tal y como matizó. La segunda dará comienzo en julio y continuará con las labores en los niveles del siglo VII a. C.

Oliver detalló que el objetivo «es mantener la consolidación de los restos arquitectónicos, que se han conservado muy bien y esto es bonito, pero existe el peligro de que se destruyan y, por lo tanto, queremos este ejercicio trabajar al respecto». Otra de las cosas que se hará, ya pensando en la comodidad de la gente que quiera visitar la zona, será la ejecución de una pasarela en el entorno.

MIRADOR / «Con ello, se podrá ver ya el poblado desde un punto cenital, que es desde donde se aprecia mejor, y recuperaremos el mirador que había antes de retirar la cruz», indicó. Es un proyecto ambicioso por parte de Ayuntamiento y Diputación «que esperamos tener acabado antes de final de este año», adelantó.

Por su parte, el alcalde, Enric Pla, recordó el proyecto conjunto con la administración provincial para incluir al poblado en una ruta con varios municipios.

Las inversiones del ente castellonense incidirán especialmente en la parte interpretativa, mientras se sigan realizando fases de excavaciones. Así, se repondrán todos los paneles informativos, actualmente muy deteriorados, con la actualización de sus contenidos y códigos QR para consultar con dispositivos móviles. Además, se hará cartelería, dípticos y señalización por las carreteras secundarias para llegar hasta allí.

Oliver hizo estas declaraciones durante la inauguración, en la capilla de Santa Victoria, de la exposición de los hallazgos que se han encontrado en las diferentes campañas de excavaciones.