El departamento de Patrimonio del Ayuntamiento de Almassora ha recreado el yacimiento arqueológico del Torrelló del Boverot con el vuelo de un dron. Las imágenes tomadas del asentamiento situado en el término municipal han permitido cartografiar punto por punto la fisonomía del enclave ubicado junto a la autovía, en el límite del término municipal. El arqueólogo municipal, Gerardo Clausell, ha supervisado el proyecto, cofinanciado con fondos Feder de la Unión Europea.

Se trata de una herramienta más para dar visibilidad a los últimos hallazgos descubiertos durante el pasado mes de julio, de manera que el consistorio de Almassora cumpla los objetivos de comunicación marcados en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI).

De esta manera, cualquier internauta puede realizar un paseo on line por las ruinas y conocer la disposición de cada elemento.

Los restos de la torre, el vaso polípodo, el lienzo de muralla que continúa saliendo a la luz tras las nuevas excavaciones o el punto exacto donde los investigadores encontraron la jarra de perfil redondeado son algunos de los elementos que sitúa el programa informático sobre el emplazamiento real. Ánforas fenicias o recipientes ibéricos que ahora se exponen en el Museu Municipal existente en la calle San Vicente de la ciudad quedan documentados en esta panorámica en 4D.

«Queda todo referenciado y también una vista lateral del río, parte de la cueva y la caída del yacimiento hacia el Millars, que se trata de imágenes que nunca se han podido ver», tal y como explicó el arqueólogo municipal.

enlaces // El supervisor de las investigaciones llevadas a cabo en el Torrelló durante el pasado verano recomienda visitar el enlace disponible en las páginas de Facebook del Museu del Torrelló y en el Ayuntamiento de Almassora para situar el cursor sobre cada uno de los elementos que los usuiarios pueden visitar.

De hecho, el portal resalta «la importancia de este yacimiento, que radica en la situación estratégica de control de las rutas de comercio hacia el interior, en su condición fronteriza y en los numerosos restos de un importante comercio con los fenicios que lo convierten en un importante centro de distribución de mercancías fenicias hacia el interior», según las mismas fuentes.

«El poblado controlaba el comercio por el río Millars que, en la época, era una importante vía entre la costa y el interior y, además, en la época ibérica marcará la frontera entre varias tribus ibéricas», comentó el experto.

Por otro lado, «tanto este asentamiento arqueológico como toda el área perimetral cubre un espacio temporal bastante largo, desde el paleolítico superior final hasta la conquista de Jaume I», concluyó el arqueólogo.