Burriana puso ayer un brillante punto y final a las exhibiciones taurinas de las fiestas de la Mare de Déu de la Misericòrdia. Fue en la jornada más taurina, ya que contó con la lidia de un astado al mediodía, dos por la tarde y un cuarto por la noche, el embolado que cerraba los festejos, que acabó en trifulca y con doblete.

Fue un día no exento de sustos, como el que le propinó el primero de la tarde a un joven que trataba de subir las escaleras. El toro le ganó la carrera y, al hacer la curva, con el cuerno le rompió la camiseta. Ni el aficionado cayó al suelo, ni el morlaco se revolvió, Todo quedó ahí. Eso sí, con la camiseta para el recuerdo con un gran agujero en la espalda.

El toro que abrió la jornada era uno de los candidatos al más espectacular de los festejos y, aunque realizó una buena salida, todo quedó ahí, ya que más tarde ya no dio juego en el recinto.

Los vespertinos divirtieron más a los rodaors, marcando territorio, pero acudiendo a los quites y dejando plásticas estampas para lucimiento del público asistente.

El Ayuntamiento evitó al máximo que el respetable le propinara una sonora pitada, como se venía fomentando a través de las redes sociales. Para ello, la concejala de Fiestas no salió al balcón del edificio consistorial. Aún así hubo un último contratiempo, ya que el toro cerril de El Parralejo se lastimó una de las patas traseras en una disputada embolada en la que cuatro jóvenes trataron de cogerse al rabo y que acabó en trifulca, con el animal con la cuerda enganchada a las bolas y de vuelta a los corrales. Por ello, se emboló un toro de corro que no estaba previsto.

vaca desaparecida // El Ayuntamiento informó ayer que la Policía Local y la Guardería Rural continuarán realizando la próxima semana labores de búsqueda de la vaquilla escapada del recinto taurino, que todavía no ha sido localizada, después de que el lunes se atrapara a la otra.