Con 17 votos a favor y 4 en contra se resolvió la controversia sobre la petición planteada por el Partido Popular de Benicarló en el último pleno referente a la propuesta de que las banderolas del novenario del Cristo del Mar volvieran a colgar de los balcones del ayuntamiento, después de dos años sin que apareciesen, desde el inicio de la legislatura.

Los argumentos que esgrimió el portavoz popular, Juan Antonio Mañá, fueron que esta imagen trasciende de lo meramente religioso y constituye un signo de identidad y de respeto a la tradición en la sociedad benicarlanda --más de 15.000 personas participan en el traslado anual-- y que los banderines sirven para informar a vecinos y visitantes que se encuentra en el templo de San Bartolomé por el novenario.

El punto abrió un amplio y caluroso debate. Y es que, a pesar de que el PSPV-PSOE y PP estuvieron de acuerdo, quedó patente su distinto parecer en el proceso.

El socialista Domingo Roca indicó: «Al Cristo, vayamos donde vayamos, hay que llevarlo en el interior, no a los plenos». Y acusó a los populares «de politizar algo tan sensible como la fe». También tildó la moción popular de «maniobra electoralista», al no presentarla hace ya dos años.

en CAMPAÑA // En la misma línea se expresó Josep Barberà, de la coalición ERPV-Compromís. «No es más que el inicio de la campaña electoral», remarcó.

Por su parte, Benjamín Martí, de Ciudadanos, mantuvo la misma línea que hace 24 meses, cuando expresó su queja por la retirada de los pendones.