Los mecanismos autorizados para la lucha contra la presencia de jabalís, en las inmediaciones de zonas habitadas de Peñíscola, ha dado como resultado la cifra de 430 animales abatidos en la treintena de actuaciones emprendidas desde la sociedad local de caza. Así lo aseguró el alcalde de la ciudad, Andrés Martínez, en la última sesión plenaria, como contestación a una pregunta formulada por el edil no adscrito José Sánchez.

Los permisos para las batidas fueron concedidos a comienzos del 2018 y desde entonces se han desarrollado «con la labor de los cazadores, custodiadas por la Guardia Civil», detalló el primer edil, quien calificó la situación que experimenta el municipio como «de plaga». Añadió que desde la administración local están «en contacto con este colectivo y con los afectados, como el sector agrícola, para analizar si estas medidas son suficientes y, en caso contrario, ver qué alternativas autorizadas permite la Conselleria de Medio Ambiente».

Martínez también detalló que la Generalitat «tiene una actitud receptiva ante este tema», ya que la sobrepoblación de estos animales causa incidencias en numerosos puntos de la provincia y la Comunitat, tanto en campos de cultivo como los accidentes de tráfico, debido al paso de ejemplares por la calzada.

SISTEMA / El principal método autorizado por el departamento autonómico es el de caza en espera. El operativo consiste en que los poseedores de armas se sitúan en las inmediaciones de aquellos lugares en los que se hayan registrado incidencias, para abatir a distancia y en las condiciones estipuladas. En este sentido, prevén que pueda hacerse algún corte de viales, sobre todo en aquellos enclaves donde existe una escasa distancia entre zonas de presencia de vegetación y viviendas. Por ello, es usual un procedimiento previo de gestión del tráfico.

A pesar de la cantidad de ejemplares interceptados en menos de año y medio, las características del término de Peñíscola han supuesto la presencia de jabalís en numerosos espacios. La proximidad con el parque natural de la Serra d’Irta hace que se vean en manadas por las urbanizaciones de la zona sur y cerca del vial CV-141, la principal puerta de acceso a la población por carretera.

También está la parte húmeda de la Marjal y extensiones de campos de cultivo, por lo que en las últimas semanas existe constancia del paso de los animales en emplazamientos como las calles de Llandells, o incluso en pleno paseo marítimo, cuando un ejemplar herido pasó desorientado junto a la playa Norte.