A los pies de las murallas y en pleno corazón del casco antiguo, Peñíscola abrió ayer las puertas de su mercado navideño con el objetivo de dinamizar la oferta comercial y lúdica de la localidad. Hasta mañana, las plazas Santa María y de Bous conformarán un espectacular espacio en el que los asistentes tendrán la oportunidad de disfrutar de un entorno de ensueño inspirado en la cultura y las tradiciones nórdicas.

En más de 20 casetas, debidamente ornamentadas con la temática del mercadillo, los establecimientos locales ofrecen desde ayer una amplia gama de productos a precios ventajosos, como regalos, artesanía, moda o dulces típicos de estas fechas tan señaladas y entrañables.

A la variada oferta comercial se une también la atmósfera especial que destila la muestra, como sacada de los clásicos cuentos de Irving, Dickens o Tolkien, en la que destacan un singular Papá Noel y sus hacendosos duendes, entre otros mágicos personajes.

VISITA INSTITUCIONAL // Las autoridades, encabezadas por el alcalde, Andrés Martínez, acompañados de la corte de honor de las fiestas patronales, inauguraron ayer el mercado e hicieron un recorrido por los estands. Durante la visita, departieron con los comerciantes y pudieron ser testigos de la asombrosa elaboración de productos artesanales. Además, en el recinto también hay habilitado un espacio para juegos, talleres y un divertido photocall.

El primer edil puso en valor el «esfuerzo» que realiza la Administración local en «la promoción y dinamización» de los distintos sectores productivos, como el comercial, que gracias a la concejalía responsable, «dispone de un escaparate este puente en un emplazamiento de excepción».

El mercado coincide también con las jornadas de cocina tradicional. «Aquellos que decidan acercarse a Peñíscola encontrarán menús gastronómicos en los que prima la calidad y podrán degustar recetas típicas», señaló.