Algunos lo encuentran una estampa costumbrista, pero otros se muestran directamente indignados. Cada verano, en la playa de Peñíscola se puede ver, desde primera hora de la mañana, una larga hilera de sillas y sombrillas vacías. Sus propietarios, en su mayoría, no están dándose un chapuzón ni paseando por la orilla, sino que se han limitado a poner estas pertenencias para reservar los mejores sitios y disfrutar de una posición privilegiada cuando lleguen las horas centrales de la mañana.

Aunque el fenómeno todavía no ha adquirido dimensiones kilométricas --como en la segunda quincena de julio y en agosto--, existen usuarios que han comenzado a manifestar su queja. Los «hay que tienen mucha cara» o «aún se creerán que la playa es de su propiedad», comienzan a circular en barras de bar y redes sociales. Por ello, en el consistorio advierten de que se hará una campaña de concienciación.

El alcalde, Andrés Martínez, explica que van a repartir «folletos donde recordarán que reservar espacio en la arena no está permitido por la ordenanza municipal, vigente desde el 2012», resalta. En el mismo soporte también informarán de la prohibición de hacer compras en el top manta y de los puntos donde existen espacios de aparcamiento gratis.

DISUASIÓN

El primer edil menciona que quienes ocupen sitio junto a la orilla «serán advertidos, tanto por los servicios de limpieza como por la Policía Local, en el caso de que fuera necesario». Y solo cuando la disuasión no surta efecto se aplicará una sanción, que puede alcanzar la cifra de 750 euros.

A pesar de que la problemática se viene produciendo desde hace años, esta temporada se ha tenido noticia de las primeras molestias, cuando lo habitual era que esto ocurriera con el mes de julio ya iniciado. Estas situaciones también se dan en otros puntos cercanos, como Benicarló y Alcossebre, por lo que recientemente han tomado medidas en forma de modificaciones de las ordenanzas locales. Desde el consistorio peñiscolano insisten en que «no constan» quejas formales sobre este hecho, ni tampoco discusiones acaloradas, pero saben «que esto ocurre» y quieren «apostar por fomentar la convivencia», concluyen.