La existencia de zonas húmedas cerca de núcleos habitados no solo implica el riesgo de las picaduras de mosquitos --un asunto que este año pone en jaque a numerosos ayuntamientos de la provincia-- sino que también puede crear imágenes poco gratas entre los visitantes. En el caso de Peñíscola, el tramo de acequias de la Marjal ubicado junto a la avenida Pigmalión y el Ullal de l’Estany ha visto aflorar en las últimas semanas la proliferación de algas, lo que provoca la sensación de suciedad y es objeto de preguntas y comentarios en redes sociales.

Desde el Ayuntamiento explican que este fenómeno «se debe a las condiciones meteorológicas que se vienen padeciendo en las últimas semanas», al pasar de un final de primavera más frío de lo habitual y acompañado de lluvias, a un comienzo del verano con elevadas temperaturas.

Para evitar que la situación vaya a más, según indican a Mediterráneo, en el transcurso de esta semana, «la barca municipal ya estará en marcha», para retirar esta materia, que es especialmente evidente en puntos que son turísticos, como las inmediaciones del puente de madera que está ubicado entre el Palau de Congressos y el acceso principal del centro de salud.

ADELANTO / Las mismas fuentes señalan que el principal periodo de actuaciones en este entorno se desarrolla a partir del 1 de agosto, cuando desaparece la limitación que marca la Generalitat desde hace años, ya que este punto es un foco de nidificación de aves. En febrero, se procedió al habitual corte de cañas y tareas de desbroce, con el fin de dejar preparada la zona hasta el próximo mes. Pero la presencia de estos elementos detectada en ahora implicará acciones puntuales, para seguir cumpliendo la norma y mejorar el aspecto actual. Un problema al que se añaden situaciones de incivismo, ya que junto a las algas se aprecian restos de bolsas y envases de plástico.

TAMBIÉN EN EL PUERTO / Un problema parecido viene sufriendo el estanque artificial de agua dulce que conecta la lonja del puerto con uno de los tramos de la muralla medieval. La última vez que se limpió fue en abril y en el arranque de este mes la superficie adoptó un intenso color verde, por el rápido crecimiento de la vegetación. La empresa de mantenimiento contratada por la Conselleria de Obras Públicas, responsable del espacio, ya está actuando en estos momentos, y esperan que durante los próximos días queden finalizadas las tareas de adecentamiento.

Ambas zonas son lugares muy frecuentados. El sistema de acequias y el Ullal cuenta a su alrededor con diferentes servicios públicos y el barrio de Llandells, mientras que el puerto es una de las vías de entrada de los turistas al casco histórico de la ciudad.