La Concejalía de Servicios de Peñíscola inició esta semana los tratamientos de prevención para el control de la plaga de la procesionaria en 25 ejemplares arbóreos, ubicados en suelo público, y en el núcleo urbano del municipio.

Los árboles, pinos en su mayoría, que son los más sensibles a la incidencia de esta oruga, son tratados con endoterapia y también emplean dos trampas masivas para que la oruga no llegue al suelo.

Entre las ventajas del método distribuido destaca la ausencia de nebulización o atomización de productos químicos en el ambiente, de forma que resulta totalmente inocuo para la salud de las personas y posibilita su aplicación a cualquier hora del día.

El sistema consiste en la inyección en el tronco del árbol, a través de una cánula, de una sustancia nutritiva fitosanitaria que se va incorporando paulatinamente a la savia por los conductos vasculares y pasa posteriormente a las hojas, que sirven de alimento a las larvas.

«El tratamiento evitará la proliferación de orugas y con ello las alergias, urticarias y demás reacciones en humanos y otros animales que se suelen ver afectados por los mismos síntomas», explicaron los técnicos de la empresa concesionaria de jardinería.

Por su parte, el concejal del área, Jorge Rovira, indicó que, debido a las condiciones climatológicas, «ha sido necesario adelantar la época de tratamiento», a la vez que manifestó: «Entre las distintas alternativas para aplicar las sustancias fitosanitarias, optamos, evidentemente, por la que resulta totalmente inocua para las personas, porque para nosotros la salud es esencial».