Conocer el trabajo diario de los marineros, aprender a hacer nudos o descubrir los ranchos que se comen en las barcas. Estas son solo algunas de las experiencias que han vivido los participantes del proyecto de turismo marinero, que desde hace tres semanas ofrecen la cofradía de pescadores, el Ayuntamiento de Peñíscola y la empresa Trip&Feel. En esta primera toma de contacto, más de 120 personas han participado en estas actividades, que aúnan a dos de los sectores más representativos de la economía local. Además, la página web ligada al proyecto ha recibido más de 3.000 consultas.

El patrón mayor de la cofradía, Miguel Castell, explica que el arranque de la iniciativa “ha sido muy bueno, y no queremos que pare, porque hay muchas opciones por explorar”. Entre ellas, la presencia de grupos organizados y colegios en temporada baja.

Para el alcalde, Andrés Martínez, “se trata de un producto más, que permite desestacionalizar; hay gente que ya ha acudido, y ha confirmado que se trata de una de las mejores experiencias que han vivido en Peñíscola en los últimos años”, según señala.

El coordinador de estas propuestas de turismo marinero, Paco Gracia, afirma que para los visitantes “era la primera vez que tenían un contacto directo con el sector, y destaca que la parte mejor valorada ha sido la subasta.

“Pueden acceder a zonas restringidas de la lonja para saber cómo se subasta el pescado, y luego suben a las barcas, donde los trabajadores explican sus experiencias”, detalla. A veces, “se han alargado estas visitas por la cantidad de preguntas de los turistas y las ganas de contar de los propios marineros”, explicó Gracia. H